Demuestra que comprendemos y aceptamos el hecho de que, a veces, las cosas se tengan que desplegar cuando les toca. Un niño puede intentar ayudar, rompiendo la crisálida, a que una mariposa salga, aunque, por regla general, la mariposa no resulte en nada beneficiada por el esfuerzo. Cualquier adulto sabe que la mariposa sólo puede salir al exterior cuando le llega el momento y que no puede acelerarse el proceso.
De forma expresa, nos recordamos que no hay necesidad alguna de impacientarnos con nosotros mismos por encontrar que nuestra mente se pasa el tiempo juzgando, o porque estemos tensos, nerviosos o asustados, o por haber practicado durante algún tiempo sin aparentes resultados positivos.
Nos hemos concedido un espacio para tener esas experiencias. ¿ Por qué? ¡Porque de todas maneras las vamos a tener¡ Cuando lleguen constituirán nuestra realidad, serán una parte de nuestra vida que se despliegua en ese momento, de modo que tratémonos a nosotros mismos tan bien al menos como trataríamos a la mariposa.
Cuando practicamos estar así con nosotros mismos, estamos destinados a encontarnos con que nuestra mente posee “ una mente propia “.
Una de las actividades favoritas de la mente es vagar por el pasado y el futuro y perderse en pensar. Algunos de sus pensamientos son agradables: otros, dolorosos y generadores de intranquilidad. En cualquiera de los casos, el mero hecho de pensar ejerce un fuerte tirón en nuestra conciencia. La mayoría de las veces, nuestros pensamientos arrollan nuestra percepción del momento actual y hacen que perdamos nuestra conexión con el presente.
La paciencia puede ser una cualidad especialmente útil para invocarla cuando la mente está agitada y puede ayudarnos a aceptar lo errático de ésta recordándonos que no tenemos por qué arrastrarnos a sus viajes. En realidad, nos ayuda a recordar que lo que es verdad es precisamente lo contrario.
FUENTE: Kabat-Zinn, John (2.004): “Vivir con plenitud las crísis”. Editorial Kairos
El Método Bates, un método para recuperar la visión creado por el Dr. W. H. Bates en los Estados Unidos hace casi cien años y bautizado inicialmente como método de ”Entrenamiento Visual o Mejora Natural de la Visión”. Este oftalmòlogo constató que la vista no es constante, es decir que fluctúa en función del estado físico y emocional de la persona. Después de numerosas investigaciones, diseñó un eficaz proceso educativo que es en realidad una disciplina holistica que ya ha ayudado a resolver problemas visuales de millones de personas en todo el mundo.
En que se basa?
Bates se dio cuenta que la gente que tenía problemas visuales, usaba los ojos de una forma distinta, observó sobre todo que los ojos no se movían (mirada fija), que había tensión excesiva en los músculos extraoculares y que también faltaba centralización. Los tres principios básicos son:
1 Movimiento
Un ojo que ve bien es un ojo que se mueve, pues esta es la naturaleza del ojo. El ojo normal se mueve continuadamente, realizando los llamados movimientos sacàdicos, que son muy rápidos e involuntarios. Pueden llegar a ser de la orden de 60 mov/sg. Si estos movimientos se ralentitzan, perderemos nitidez, aumentará la borrosidad.
2 Relajación
Para poder hacer todos estos movimientos, el ojo tiene que estar relajado. Son dos funciones que se retroalimentan. Sin relajación, no hay bastante movimiento y viceversa. Hoy en día con el uso abusivo que hacemos de los aparatos electrónicos (ordenadores, teléfonos móviles, TV, etc.), los ojos trabajan en exceso y no se relajan. Pensamos que cuando vamos a dormir se relajarán, pero no es así. Hay que poner conciència y voluntad en la relajación.
3 Centralización
El ojo tiene capacidad para ver nítido sólo en un lugar muy pequeño de la retina, la fóvea centralis. Cuando enfocamos una cosa que está en linea con la fóvea, podremos ver esta cosa o parte de la misma de forma nítida y es lol que denominamos visión centralizada. Todo lo que se proyecte fuera de la fóvea, se verá borroso y es lo que se llama visión periférica. La percepción de ambas visiones, centralizada y periférica simultáneamente, es un sintoma del buen uso de los ojos.
Consejos prácticos para usar los ojos de forma natural
Las Técnicas de Yoga un sistema de auto conocimiento que empieza por el cuerpo físico, desbloqueando y dándonos la oportunidad de ser conscientes de nuestra postura, respiración y pensamientos.
Las clases prácticas, no por casualidad, utilizan herramientas de hace miles de años que siguen siendo útiles e intentan crear nuevos hábitos desde una base mágica, que es el “parar a observar”, manteniéndonos en el momento presente y observando las limitaciones y dificultades que van apareciendo sin querer cambiar nada, sólo poniendo conciencia, y así, de una manera indirecta, se van deshaciendo tensiones y bloqueos físico-energéticos.
Esto nos va llevando a la relajación final, donde se integra la sesión, y experimentamos paz interior y un contacto íntimo con un Yo más auténtico, más cercano a nuestra esencia, que está más allá de nuestra personalidad donde llegamos sin añadir nada, sólo dejando caer todo lo que sobra, cosa a la cual podemos recorrer siempre que deseamos y a partir de aquí somos libres de empezar a añadir peso a nuestra mochila o no.
Algunas personas llegan con la creencia que el yoga no es por ellos porque tienen dificultad de movimiento, poca flexibilidad, o dificultad de concentración, y en verdad no se trata de llegar en ninguna parte, ni siquiera hacerlo bien, lo más importante es la actitud, sólo darte cuenta de los pensamientos que van viniendo y a pesar de esto redirigir la mente al que estás haciendo en el momento presente
Acompañado de las instrucciones del profesor es un despertar, esto es el primero que aprendemos, se puede aplicar a todos los aspectos de la vida y con una práctica constante se va instalando despacio, y del mismo modo que observamos el cuerpo y la respiración, aprendemos a observar la mente como una herramienta de pensar, un poco loca, y cuestionar los pensamientos válidos de los que no lo son, es todo un camino donde te puedes quedar sólo con los beneficios físicos y mentales o profundizar hasta donde quieras.
Simplemente con esta invitación a vivir equilibradamente el mundo interno además del externo y aprender a escuchar los mensajes que nos da constantemente nuestro cuerpo, tenemos la oportunidad de escoger la respuesta que queremos dar a los estímulos, pudiendo utilizar herramientas para calmar las emociones, como la respiración o los mantras y diferentes limpiezas o kriyas que ayudan a que fluya la energía más fácilmente a nuestro cuerpo.
Todos conocemos estados en los cuales nos sentimos en plenitud, en paz y armonía con lo que somos, que normalmente dependen de elementos externos, por ejemplo una buena noticia, estar en la naturaleza, sentirse estimado, etc. estas sensaciones siempre son internas y el yoga nos brinda la oportunidad de mantenernos cada vez más en estos estados indiferentemente del que pase.
El primer paso es darte cuenta que tu bienestar depende sólo de tí puesto que las cosas son lo que son, las aceptes o no, hay una pregunta que me ayuda en momentos bajos …
que me impide ser completamente feliz en este momento? … al cambiar la visión empiezas a atraer cosas positivas.
Yoga sólo hay uno y todas las palabras que preceden (hatha yoga, kundalini yoga, asthanga yoga, etc) son los diferentes caminos o herramientas que se utilizan para llegar al mismo fin.